CONSEJOS PARA LOS CUIDADORES
Es importante recordar el gran papel que juegan los familiares o cuidadores para el soporte domiciliario del paciente. En la actualidad el cuidado de las personas dependientes, es una de las actividades que más estrés genera a la familia debido a la gran dedicación que requiere tal cuidado.
El cuidador principal o primario es la persona que asume la mayor parte de las tareas relacionadas con el cuidado de la persona dependiente, en este caso con ELA, y que permite la satisfacción de sus necesidades vitales y emocionales. Por tanto, en la atención global a la ELA, es necesario incluir al paciente y a sus cuidadores principales, que es el otro gran “pilar” afectado por la enfermedad.
Actualmente existen muchas guías al alcance de las personas cuidadoras, tanto en Internet como en papel. Todas ellas coinciden en un punto común: hay que cuidarse para cuidar mejor. Y es que el cuidador se ve afectado desde el punto de vista físico, psicológico, social y económico.
Para ello, al igual que nos preocupamos de cubrir las necesidades de las personas que cuidamos, es necesario establecer una serie de pautas para cuidarnos nosotros:
• Cuidar la postura: Una mala postura hace trabajar algunos músculos más que otros, provocando rigideces y tensiones musculares que pueden, con el paso de los años, conducir a ciertas deformaciones dolorosas de espalda. La mala postura viene provocada por malas costumbres al sentarse (posición incorrecta), por las sillas o camas incómodas.
• Hacer ejercicio: La práctica habitual de ejercicio nos mantendrá activos, despiertos, animados y hará que nuestros músculos estén preparados para realizar actividades de sobreesfuerzo, como los cambios posturales, traslados, además nuestra mente se encontrará al mismo nivel estando preparada para situaciones de estrés.
Hacer ejercicio físico aeróbico (caminar, correr, nadar, bicicleta) con una frecuencia mínima de 3 veces por semana.
Caminar 30 minutos diarios te relajará, potenciará tu circulación y te ayudará a evitar posibles patologías cardiacas o diabetes… Es necesario crear una rutina determinada y disfrutar de ese momento propio.
Realizar sencillos ejercicios de estiramientos producirá una importante descarga muscular, aliviarán la tensión y favorecerán la recuperación tras una actividad. Además, ayudará a prevenir contracturas musculares por sobrecarga y el consiguiente dolor.
• Relájate y respira: Intenta relajarte con sencillos ejercicios de respiración, que pueden ser complementarios a los estiramientos o al ejercicio aeróbico. Sentarse o acostarse sin cruzar las piernas y brazos. Hacer una respiración honda, profunda. Luego soltar tanto aire como puedas. Inspirar y soltar el aire de nuevo, esta vez relajando los músculos mientras expulsas.
Mantenerse respirando durante 5-20 minutos cada vez.
Hacer estos ejercicios de respiración por lo menos una vez al día.
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